miércoles, 17 de abril de 2013

10. Las principales corrientes de pensamiento en las Ciencias Sociales.

Dentro de cada campo de estudio de lo social existen tendencias y teorías más generales que integran a las diferentes orientaciones de estudio. Elenco algunas tendencias de cada área.

En el campo de lo económico entre las principales corrientes del pensamiento encontramos: 
Pensamiento antiguo.
Escolasticismo.
Mercantilismo. 
Cameralismo.
Fisiocracia.
Liberalismo.
Clasicismo.
Socialismo.
Historicismo.
Marginalismo.
Institucionalismo.
Keynesianismo

En Derecho:
Iusnaturalismo
Positivismo.

En Historia, las escuelas:


Modelo nomológico-deductivo,
Geohistoria,
Historia social,
Historia cultural.

En la Antropología, sus divisiones en campos de trabajo:
Antropología aplicada,
A. arqueológica,
A. biológica,
A. Cultural,
A. General,
A. Física,
A. Linguística

En las Ciencias Políticas, enfoques de estudio:
Conductismo,
Elección racional,
Nuevo institucionalismo, 

En Sociología, los tres paradigmas clásicos:
paradigma funcionalista,
paradigma del conflicto,
paradigma de la acción social.


















9. Las Ciencias Sociales

Las Ciencias Sociales son aquellas que abordan a lo social como su objeto de estudio.
 Tienen su origen en los dos últimos siglos. 
Presentan algunas peculiaridades frente a las ciencias naturales: en primer lugar los científicos sociales forman parte de su mismo objeto de estudio. Además, se pueden confundir  fácilmente  problemas prácticos o políticos con científicos.  Por otro lado, la naturaleza humana con su libertad de decisión, hace muy complicada indagación de los fenómenos sociales. Además su irrepetibilidad; dificulta toda experimentación. 
Entre las principales Ciencias Sociales encontramos: la Sociología, la Antropología, el Derecho, la Historia, La Economía y las Ciencias Políticas.























Lee: Sabino, Carlos A. Los caminos de la ciencia. (en paginas.ufm.edu/Sabino/word/caminos_ciencia. pdf ) Los capítulos 8, 9, 10 y 11 para comentarlos con los compañeros .



8. Los movimientos políticos sociales del siglo XIX

Giddens, A. resume su visión sobre el contexto historico material que da lugar a las Ciencias Sociales en la Europa del siglo XIX:

Si la Europa del Renacimiento dio origen a un interés por la historia, la Europa industrial ofreció las condiciones para que apareciera la sociología (Ciencias sociales). Podría decirse que la Revolución francesa de 1789 fue el catalizador entre estas dos series de acontecimientos enormemente complejos. Según la estimación común, Gran Bretaña fue el primer país que adquirió cierto nivel de gobierno democrático; a pesar de que esto no se obtuvo sin revolución política, el proceso de cambio social y económico que transformó la sociedad británica desde el siglo XVII en adelante tuvo un carácter relativamente gradual. La Revolución francesa, por el contrario, contrapuso dramáticamente el orden aristocrático y privilegiado del ancien régime con la visión de una nueva sociedad que cumpliría los principios generales de justicia y libertad. La Declaración de los Derechos humanos que se aprobó en 1789 proponía que «la ignorancia, olvido o desprecio de los derechos humanos es la única causa de las desdichas públicas». De modo que la Revolución francesa extendió por fin, o así lo parecía, el racionalismo secular de los siglos XVI y XVII al ámbito de la misma sociedad humana. Pero los cambios políticos que inició la Revolución de 1789 expresaban e indicaban que tenía lugar una reorganización mucho más profunda de la sociedad, y en ello Gran Bretaña tuvo también el papel principal. La transición de la producción agraria y artesana a una economía industrial basada en la máquina y la fábrica empezó en Inglaterra a fines del siglo XVIII. Los amplios efectos de estos cambios se sintieron en el siglo XIX en Gran Bretaña y en los demás países de Europa occidental.

Se ha dicho a menudo que la coincidencia del clima político de la Revolución francesa y de los cambios económicos forjados por la Revolución industrial, ofreció el contexto a partir del cual surgió la sociología (Ciencias sociales). Sin embargo, no hemos de olvidar cuán divergentes fueron las experiencias de los varios países de Europa occidental desde fines del siglo XVIII en adelante, porque precisamente dentro del marco de estas diferencias se crearon las principales tradiciones de pensamiento social en el siglo XIX. Hoy día los sociólogos hablan de modo impreciso de la aparición de la «sociedad industrial» en la Europa del siglo XIX, olvidando la complejidad que entraña todo este proceso.
El historiador Jean Thoraval define así el siglo XIX francés: «Extraño y confuso siglo, en que el pasado se enfrenta con el futuro, la cultura tradicional con los nuevos gustos, las antiguas clases sociales con las masas obreras en formación, siglo fecundo en promesas y rico en recuerdos».

En efecto, desde Waterloo y la segunda abdicación de Napoleón, en 1815, hasta fin de siglo se suceden en Francia cinco regímenes políti­cos: la Restauración, la Monarquía de Julio, la Segunda República, el Se­gundo Imperio y la Tercera República, con alternancia de gobiernos auto­ritarios y liberales, de revoluciones y contrarrevoluciones, de divisiones internas y de sueños demasiado ambiciosos.
El siglo XIX es para los franceses, un siglo de tensiones y enfrentamientos entre con­servadores y liberales, burguesía y proletariado, idealismo y positivismo. Una nueva clase social, la burguesía, irrumpe con fuerza desde 1830, ocu­pando los puestos antes reservados a la aristocracia. El desarrollo industrial hace surgir un proletariado que, poco a poco, a fuerza de huelgas y pro­testas, va ganando fuerza social y mejoras en sus condiciones laborales. 

Los cambios económicos, sociales y políticos que vive la Europa del siglo XIX son transformaciones sociales que conforman un cambio de época. Cambios que preocuparon a los estudiosos que buscaban de entender la dinámica de los mismos. En este esfuerzo surgen las Ciencias Sociales al intentar aplicar el método científica a esta nuevas realidades.




Ve y comenta:

  •  http://youtu.be/K61qczNcFr0





7. La Revolución Industrial


Entre las consecuencias más trascendentes  de la Revolución científica, encontramos la Revolución industrial. La vinculación, apoyada por Galileo, entre ciencia y tecnología, produjo un cambio radical en las formas de producción y en las clases sociales.



La expresión Revolución Industrial, admite dos acepciones:En sentido estricto, se refiere a la rápida serie de cambios ocurridos entre 1776 y 1870 en muchos sectores de la economía inglesa, cambios asociados con la introducción en diversas ramas de la industria manufacturera de máquinas nuevas y procesos nuevos.
      • En términos económicos se habla de fuertes inversiones de capital en factorías y fundiciones, lo que repercutió en un gran incremento en la productividad y en la producción, con la consiguiente caída de precios de los productos afectados. 
      • En términos sociales, la revolución industrial se tradujo en un amplio repertorio de transformaciones sociales, demográficas e intelectuales, en relación dialéctica con las innovaciones económicas y técnicas.

En un sentido más amplio se emplea la expresión «revolución industrial» para designar fases similares, pero no idénticas, del desarrollo económico de otros países que no necesariamente experimentaron la revolución industrial en sentido estricto, aunque sí un fuerte proceso de remodelación de sus industrias, como fue el caso de Francia.

La transformación industrial ha sido diversa y complejamente caracterizada. Sus ingredientes socioeconómicos fueron:
1.  la utilización de fuerza no humana y no animal;
2.  el ensamblaje de una herramienta en un mecanismo;
3.  la concentración de los trabajadores en un solo lugar de trabajo -la fábrica-;
4.  el carácter colectivo de la producción fabril como actividad de un equipo en parte mecánico y en parte humano;
5.  el incremento de la división del trabajo;
6.  la creciente adecuación de las actividades del producto humano al ritmo y a los movimientos del proceso mecánico;
7.  la «igualación del trabajo», que hizo innecesarias las aptitudes especiales del obrero cualificado y redujo la tarea de los trabajadores a un ejercicio de vigilancia y habilidad;
8.  la aparición de un nuevo tipo de capitalista, el capitán de industria, que organiza y planifica las operaciones de la unidad de producción y pone en vigor una disciplina autoritaria;
9.  la tendencia acumulativa de la revolución técnica hacia una creciente productividad del trabajo;
10.    la formación de un fondo cada vez mayor de plusvalía del que podía extraerse una acumulación del capital siempre renovada;
11.    la tendencia a una creciente concentración de la producción y de la propiedad del capital, etc.

A pesar de la complejidad de rasgos y características, muestra cinco tendencias netas:
1.  La organización del trabajo en torno al provecho (lucro).
2.  La concentración de la fuerza de trabajo en la fábrica.
3.  Los esfuerzos para el control, la coordinación y la disciplina de los trabajadores.
4.  La elaboración de un nuevo techo normativo como medio superior de control y motivación de los trabajadores y empresarios.
5.  El conflicto industrial en sus diversas formas.











+ Ve la siguientes páginas:





6. Entonces, ¿Qué es la Ciencia?



Hemos presentado las técnicas básicas de la observación y la entrevista, hemos discutido la relación entre hechos y teorías y, finalmente, nos hemos detenido en el método experimental, que de algún modo representa una unión práctica entre esos dos elementos.
La ciencia puede verse como una actividad, como un producto de esa actividad, o como un método. La ciencia como actividad, en el marco de una cultura y de una sociedad determinada, se ve influida por los condicionantes sociales. Aluden directamente al problema de la utilidad o aplicabilidad de la ciencia. No es lo mismo elaborar primero una teoría y luego considerar aplicaciones que puede tener, que, por el contrario, aceptar el reto de un objetivo propuesto por la práctica y encaminar a partir de éste el trabajo de investigación. Las ciencias sociales se encuentran en una visible desventaja con respecto a las llamadas ciencias naturales. Ellas son más sensibles a los problemas sociales, políticos y económicos. No puede desarrollarse de la misma manera en sociedades donde existen fuertes limitantes políticos o religiosos, que donde se respete algo más el trabajo intelectual autónomo y la libertad de pensamiento
La ciencia como productos de la indagación científica, se trata de un acervo de teorías y proposiciones, fundamentadas por la experiencia, que se han ido generando paso a paso,
Los conocimientos son formulaciones intelectuales creadas por el hombre para organizar coherentemente los datos conocidos. Pero no todo conocimiento es científico, puede ser de tipo práctico; estético, filosófico o religioso, ni es el único importante ni tiene por objeto sustituir a todos las demás..
Un conocimiento es científico cuando éste tiene ciertas características y ha sido obtenido de determinada manera. Es objetivo, sistemático, racional y falible. Se elabora buscando la objetividad, aunque acepta la falibilidad de sus enunciados. La ciencia elude la ambigüedad y el subjetivismo de sus enunciados, del mismo modo que las explicaciones que apelan a lo sobrenatural, lo inefable, lo arcano o lo indescriptible. Sus intereses se distancian, así, de lo inmediato, pues los problemas que trata de resolver son problemas de conocimiento, no de la vida práctica, la tecnología.

     La ciencia supone la existencia de un método científico. No es ni puede ser una panacea capaz de resolver todos los problemas de la investigación. Existan unas orientaciones epistemológicas generales que resultan indesligables de la actividad científica. Dos pilares: un constante tomar en cuenta la experiencia, fuente de los datos sensibles y referentes de la confrontación teoría-empírica y en un esfuerzo por construir modelos teóricos, abstracciones capaces de expresar ordenadamente los datos conocidos. La observación sistemática o las entrevistas cumplen el papel insustituible de poner en contacto al científico con lo que ocurre más allá de su consciencia. La labor teórica de conceptualización y de formulación de hipótesis. El método no es un camino preciso, con etapas pre-definidas que debamos obligatoriamente recorrer en un orden determinado para obtener una "garantía de cientificidad". Es más bien una orientación intelectual (y en gran medida también, una actitud) delimitada por elementos como los mencionados, que aparecen de un modo u otro en la constitución de la práctica investigativa. Una dilatada labor se han ido elaborando explicaciones cada vez más ajustadas y exactas de los hechos que nos rodean, en un proceso que, históricamente, se ha desarrollado de un modo variable. En la historia de su pensamiento encontramos profundas discontinuidades, verdaderos saltos que significan revisiones radicales en el planteamiento y la resolución de los problemas. A tales momentos de cambio, a las llamadas revoluciones científicas que posibilitan nuevas perspectivas superando los errores del pasado.


Consulta:
  •  https://docs.google.com/document/d/.../edit
  • http://youtu.be/tyOQcmxLEGs

5. ¿En qué consiste hacer la ciencia?.


Ya lo hemos sugerido, la Ciencia parte de la observación, o mejor dicho de la observación sistemática; de la entrevista sistemática, de la definición de problemas, de la abstracción, de la clasificación en tipologías o taxonomías, la organización de los datos y la búsqueda por una explicación de los mismos. Pero además, ¿cómo encontrar, para un conjunto determinado de datos, la teoría que resulte más adecuada a ellos? ¿cómo saber si nuestras teorías son ciertas o no?  En otras palabras, las bases de lo que hoy llamamos el método científico.
Cualquier observación requiere de conceptos, de definiciones y de relaciones para poder siquiera expresarse: el lenguaje que utilizamos para describir algo, aun la experiencia más sencilla, ya está cargado de sentido y apunta hacia ciertos modelos básicos que nos permiten comprender lo que percibimos. Pero de allí en adelante se presenta una labor de reflexión y de sistematización que es imprescindible para lograr captar la realidad con mayor profundidad.

 Lo importante para un científico es elaborar modelos que se correspondan, lo más ajustadamente posible, con las percepciones empíricas acumuladas, con todas ellas, de modo tal que los mismos operen como adecuadas representaciones de la realidad. De allí la importancia de la verificación, del proceso que permite confrontar los datos con la teoría para analizar si ésta concuerda con los fenómenos observados.
De esas proposiciones teóricas que elaboremos podrán deducirse, consecuencias que nos lleven a ahondar el conocimiento de los fenómenos, a relacionarlos entre sí, a prever otros sucesos que ocurrirán si nuestro modelo es válido. En un proceso de modificaciones sucesivas, es que puede profundizarse en el conocimiento de las cosas.

La práctica de la investigación científica se halla ligada casi inseparablemente, a la ejecución de experimentos.  En el lenguaje cotidiano experimentar significar probar o ensayar una cosa, sentir o vivir algo en la práctica. En el lenguaje científico un experimento es un método específico que se utiliza para poner a prueba la validez de una afirmación o hipótesis. Consiste en generar, artificialmente, los fenómenos que se desea estudiar para poder observar así, sistemáticamente, el comportamiento de los objetos. El investigador manipula, en su experimento, los objetos de estudio, con lo cual tiene la oportunidad de realizar observaciones sistemáticas y comparativas. La recolección de datos, de este modo, se hace más activa, pues no se reduce a esperar o escoger las condiciones en que se produzcan los fenómenos de interés, sino que se basa sobre la producción misma de lo que se pretende conocer.
Esta manipulación, no se realiza al azar. Se hace de tal manera que permita poner a prueba la validez y el alcance de los modelos teóricos que el científico ha elaborado. La preparación previa del experimento y el control sobre su desarrollo resultan cruciales para que éste tenga real validez como método de verificación.
Estas características hacen de la experimentación un método más complejo que las técnicas de recolección y clasificación, su esencia consiste en la manipulación de los objetos de estudio y en la generación artificial de hechos en el laboratorio; por lo que su práctica, ha resultado imposible para muchas otras disciplinas científicas.
Pero en otras ciencias su valor y su fecundidad difícilmente puedan se exagerados, por la solidez de los conocimientos que proporciona y por la libertad que confiere al investigador, no sujeto a lo que la naturaleza quiera mostrarle.  Galileo poseía una combinación de talentos muy renacentista, que lo habilitaba para abrir nuevos derroteros en el campo de la investigación: no sólo era versado en matemáticas, en filosofía y en las obras de la antigüedad griega, sino que también aunaba a su razonamiento riguroso y claro una capacidad y una inclinación indudables hacia el trabajo artesanal, lo que le permitía confeccionar con sus propias manos los aparatos e instrumentos que necesitaba para la investigación. Era un teórico agudo, implacable en sus deducciones, pero no se conformaba con esto: sostenía que era preciso controlar con la experiencia los resultados del razonamiento. Por eso se dedicó a experimentar sobre gran variedad de problemas que planteaban las ciencias de su época, conociéndose sus trabajos sobre el péndulo, la caída de los cuerpos, los planos inclinados, la resistencia de los materiales y otros muchos temas. Paralelamente, y para poder observar con más exactitud los fenómenos que estudiaba, se vio en la necesidad de construir, inventar o desarrollar muchos de los instrumentos de medición propios de la física, que él mismo creaba en su taller.
   
Galileo fue el primero en emplear el telescopio, un invento de su época, para el estudio sistemático de los cielos. Puede decirse que fue quien lo incorporó a la práctica de la ciencia, refutando a los que pensaban que solamente la visión directa, sin intermediaciones, podía captar la realidad efectiva, desdeñando como juegos sin valor lo que podía verse a través de espejos y lentes. Frente a eso, el sabio italiano respondió que la ciencia no podía limitarse a lo que nos ofrecieran nuestros ojos, probablemente más débiles que los otros animales, como los lobos o las águilas. Galileo sostuvo, que "ante la imperfección de nuestros sentidos, el científico tiene la obligación no ya de limitarse a condenar el conocimiento sensible, sino de crear los medios para hacerlo cada vez más perfecto".  Sus observaciones lo convencieron de que eran las teorías de Copérnico las que mejor se ajustaban a las informaciones astronómicas conocidas y a los datos que él mismo recogía a través del telescopio, teorías que además resultaban corroboradas por los experimentos que podían hacerse en la Tierra respecto a la física de los sólidos. Esto lo llevó a una polémica sumamente áspera con las autoridades eclesiásticas de su tiempo,


No se puede experimentar si no hay observaciones previas suficientes, si no se han organizado sistemáticamente los datos, si no se elaboran hipótesis y teorías a ser verificadas pues, como decíamos, la experimentación es algo más que el ensayo realizado al azar y sólo alcanza utilidad real cuando se asienta sobre una teorización previa consistente. Todas esas actividades deben considerarse, por lo tanto, tan científicas como su corolario, el método experimental.
Deben entenderse, sin embargo, las razones que en ocasiones llevan a sobrevalorar este método: mientras una ciencia pueda realizar experimentos tendrá en sus manos la posibilidad de lograr grandes progresos, pues no se verá obligada a esperar pasivamente que sucedan los acontecimientos que quiere estudiar; sus teorías se verán rápidamente sometidas a la prueba de la práctica, de un modo riguroso y lógicamente estricto, ahorrando interminables discusiones y refutándolas o perfeccionándolas cuando resulte oportuno. 


Consulta estas páginas, te van a interesar:  

4. El nacimiento de la Ciencia. La Revolución científica.



La Ciencia moderna nació así:


El período que transcurre aproximadamente entre la fecha de publicación del De Revolutionibus de Nicolás Copérnico, en 1543, hasta la obra de Isaac Newton, cuyos Philosophiae Naturalis Principia Mathematica fueron publicados por primera vez en 1687, se acostumbra denominar «período de la revolución científica».

En este proceso conceptual, los representantes más prestigiosos son Copérnico, Tycho Brahe, Kepler y Galileo, y que confluirá en la física clásica de Newton. Durante este período, pues, se modifica la imagen del mundo. Pieza a pieza, trabajosa pero progresivamente, van cayendo los pilares de la cosmología aristotélico-ptolemaica Por ejemplo, Copérnico pone el Sol en lugar de la Tierra— en el centro del mundo Tycho Brahe, aunque es anticopernicano, elimina las esferas materiales que en la antigua cosmología arrastraban con su movimiento a los p
lanetas, y reemplaza la noción de orbe (o esfera) material por la moderna noción de órbita. Kepler brinda una sistematización matemática del sistema copernicano y realiza el revolucionario paso desde el movimiento circular (natural y perfecto, según vieja cosmología) hasta el movimiento elíptico de los planetas. Galileo muestra la falsedad de la distinción entre física terrestre y física celeste, demostrando que la Luna posee la misma naturaleza que la Tierra y apoyándose —entre otras cosas— en la formulación del principio de inercia. Newton, con su teoría gravitacional, unificará la física de Galileo y la de Kepler. En efecto, desde el punto de vista de la mecánica de Newton, con su teoría gravitacional, unificará la física de Galileo y la de Kepler. En efecto, desde el punto de vista de la mecánica de Newton se puede afirmar que las teorías de Galileo y 

de Kepler son correctas a determinados resultados obtenidos por Newton. Sin embargo, durante los 150 años que transcurren entre Copérnico y Newton, no sólo cambia la imagen del mundo. 
Entrelazado con dicha mutación se encuentra el cambio —también en este caso, lento, tortuoso, pero decisivo— de las ideas sobre el hombre, sobre la ciencia, sobre el hombre de ciencia, sobre el trabajo científico y las instituciones científicas, sobre las relaciones entre ciencia y sociedad, sobre las relaciones entre ciencia y filosofía y entre saber científico y fe religiosa.
 (Tomado de:  Reale, Giovanni y Dario Antiseri. Historia del Pensamiento Filosófico y Científico. II Del HUmanismo a Kant. Ed. Herder, BArcelona, 2010. pp.171-172).



Si quieres leer más puedes acceder al libro completo en:  http://sophianautae.blogspot.mx/2011/09/historia-del-pensamiento-filosofico-y.html

POdrías conocer el ambiente del renacimiento si ves: http://youtu.be/Nlpzx0OFN8Y

3. El pensamiento científico en sus orígenes y el pensameinto filosófico


Ya en Babilonia y el antiguo Egipto se encontraron documentos que presentan conocimientos empíricos: unidades y reglas de medición, aritmética elemental, calendario del año, comprobación de la periodicidad de ciertos acontecimientos astronómicos y hasta de los eclipses. Sin embargo, los primeros que aplicaron a esos conocimientos al análisis racional y trataron de establecer las relaciones causales que los enlazaban, y, que serían los primeros que crearon ciencia, fueron los griegos, los filósofos naturalistas de Jonia.
Los Jonios lograron convertir las reglas empíricas para la medición de terrenos, tomadas de Egipto, en la ciencia deductiva de la geometría, cuyos principios se atribuyen a Tales de Mileto y a Pitágoras de Samos, pero su formulación definitiva la establecería tres siglos después Euclides de Alejandría.
Algunos filósofos naturalistas buscaron la realidad en la materia y desarrollaron la teoría de un elemento primario, que culminó en el atomismo de Leucipo y Demócrito.
En el sur de Italia, los pitagóricos buscaron la realidad en la forma y el número, no en la materia.
La escuela ateniense de Sócrates y Platón se centró en la metafísica. La mente griega se auto-hipnotizó con sus propias elucubraciones y apartó la vista del estudio de la naturaleza para fijarla en el interior. Las doctrinas pitagóricas llegaron a la conclusión de que sólo las ideas o «formas» poseen plena realidad, de la cual carecen, en cambio, los objetos sensibles. Aristóteles volvió a la observación y experimentación en el terreno de la biología, pero en física y astronomía siguió demasiado cercano a los métodos de su maestro Platón.
Alejandro Magno llevó la civilización helénica al Oriente, y surgió un nuevo centro intelectual en Alejandría. Aquí se descubrió un nuevo procedimiento, al mismo tiempo que en Sicilia y en el sur de Italia. En vez de trazar esquemas filosóficos globales, Aristarco, Arquímedes e Hiparco desarrollaron problemas concretos y limitados, resolviéndolos mediante procesos científicos análogos a los de los tiempos modernos.
Esto afectó a La astronomía. Los egipcios y babilonios consideraban al universo como un cajón, cuyo fondo era la tierra. Para los jonios la tierra flotaba libremente en el espacio; los pitagóricos la concibieron como una bola girando en tomo a un fuego central. Aristarco estudió los problemas geométricos concretos que presentaban el sol, la tierra y la luna, y vio que lo más sencillo era imaginar que ese fuego central era el sol, y calculó su volumen a base de su geometría. Pero la mayoría encontraron inaceptable esta teoría, Hiparco volvió a la creencia de que la tierra ocupaba el centro del sistema y que los cuerpos celestes giraban alrededor de ella en una serie complejísima de ciclos y epiciclos: éste fue el sistema que recogió Tolomeo y transmitió a la Edad Media.
Los romanos cultivaron la estrategia, el derecho y la administración, pero muy poco la filosofía y desde antes que cayera Roma, la ciencia estaba estancada.
Los Padres de la Iglesia mezclaron las doctrinas cristianas con la filosofía neoplatónica y con elementos derivados de las religiones orientales de misterio, de donde salió la primera gran síntesis cristiana, predominantemente platónica y agustiniana. La Edad Media occidental sólo conoció la cultura griega a través de resúmenes y comentarios, aunque surgió una escuela árabe que, inspirándose en las fuentes helénicas, hizo sus propias aportaciones al conocimiento natural.
En el siglo XIII se tradujeron al latín las obras completas de Aristóteles. Dándose una nueva síntesis complementaria con el escolasticismo de Santo Tomás de Aquino, quien armonizó las enseñanzas cristianas con la filosofía y la ciencia aristotélicas.
El escolasticismo sostuvo la supremacía de la razón, enseñando que la mente humana puede captar a Dios y al universo, aunque los comprenda imperfectamente. Así preparaba el camino a la ciencia, que asume el supuesto de que la naturaleza es inteligible: los escolásticos crearon los fundamentos de la ciencia moderna. (Cfr. Cecil Dampier, Sir William. Historia de la Ciencia y sus relaciones con la Filosofía y la Religión. Ed. Tecnos, 2a.Ed. Madrid 1992. pp. 17-26.)




Ver: http://youtu.be/JqjQ4xtbT7A

2. Otras formas de conocimiento


Pero los hombres siempre creativos, fueron elaborando formas alternativas de ver las cosas.


Los hombres, casi sin excepción, paralelamente a los conocimientos adquiridos en el contacto con la naturaleza, buscaron un camino fácil buscando manipular a la naturaleza, un camino equivocado. Buscaron provocar las lluvias y el sol y la fertilidad y fecundidad de la tierra imitando a la naturaleza mediante ciertos ritos de magia simpática. Otros, no satisfechos con los resultados obtenidos, avanzaron un paso más y desembocaron en el animismo, en la creencia de que la naturaleza está sometida a ciertos seres, caprichosos como ellos, pero más poderosos. El sol se convirtió en la carroza llameante de Febo; el trueno y el relámpago en las armas de Zeus o Thor. Los hombres intentaron tener propicios a esos seres, posiblemente recurriendo a ritos idénticos o derivados de los practicados en la otra fase más primitiva. Otros, al observar las estrellas fijas y los movimientos regulares de los planetas, concibieron la idea de un Hado inmutable que regía los destinos humanos, los cuales, por consiguiente, podían leerse en el cielo. Es evidente que hay que integrar el estudio de la magia, astrología y religión en el del origen de la ciencia, por más que desconozcamos aún las relaciones históricas concretas que existieron entre ellas entre sí y con la ciencia. Así aparece el conocimiento mágico, mítico, animista, religioso y hasta poético.







Mitología griega











Poseidón, Dios del Mar











Zeus







Ve en YouTube el video: Dioses de la Mitología Griega  de Cristian Durán Molina.
http://youtu.be/koD7v5gfllc

lunes, 15 de abril de 2013

1. ¡Bienvenidos a Ciensociales!

Estimados jóvenes sean bienvenidos a este diálogo y recorrido sobre la genealogía de las Ciencias y delas Ciencias Sociales.

Queremos aprender con ustedes y de ustedes lo que significa la presencia de las Ciencias en la vida humana.

La palabra ciencia derivada de scire (vocablo latino que significa): saber, conocer, se refiere  a toda clase de conocimiento. Aunque suele atribuirse al conocimiento de las ciencias naturales. En alemán la palabra que más se le aproxima en su significado es Wissenschaft, y se atribuye a todo estudio sistemático, incluso a la historia, la filología y la filosofía. Podemos partir como una primera aproximación de la idea que la ciencia es un conocimiento organizado de los fenómenos naturales y el estudio racional de las relaciones existentes entre los conceptos con los que expresamos esos fenómenos.
El origen de la ciencia física nace con la observación de ciertos sucesos recurrentes de la Naturaleza, como el movimiento aparente de los cuerpos celestes; la invención de ciertos instrumentos rudimentarios con que intentaron los hombres mejorar su nivel de vida a base de mayor seguridad y comodidad. Igualmente, debieron empezar las ciencias biológicas con la observación de las plantas y animales y con la medicina y cirugía primitivas. La investigación sistemática de la vida de los hombres en sociedad, a través de la entrevista sistemática, etc.
La observación, la observación sistemática, la abstracción, la definición previo de problemas, la clasificación de datos en tipologías y taxonomías, la entrevista sistemática, son actividades intelectuales que en su momento darán a luz lo que hoy conocemos como conocimiento científico.




¿Cómo lograron los antiguos caer en la cuenta de que el conocimiento de los cielos les permitiría orientarse en los viajes, preparar las cosechas y organizar el tiempo?





¿Cómo es que la evolución y el desarrollo de las formas de pensar del hombre fueron dando lugar a saber ver las cosas y obtener una capacidad para aprovecharlas en bien de todos?




Ve y escucha este video con atención:



Lee: Sabino, Carlos A. Los caminos de la ciencia. (en paginas.ufm.edu/Sabino/word/caminos_ciencia. pdf ) Los primeros 3 capítulos para comentarlos con los compañeros en clase.